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Opel Combo, una furgoneta con prestaciones de turismo

Buena parte de las ventas de Opel en Europa se centran en el apartado de vehículos comerciales ligeros, donde la marca alemana con los modelos Combo, Vivaro, Movano y Corsa y Astra Van, ofrece más de 330 variantes disponibles desde fábrica, con unas ventas totales que en el último año han superado las 88.000 unidades con una cuota de mercado del 3,21%.

Actulmente, y por numero de ventas, el mercado líder es el alemán, seguido por el británico, el francés y el español.

Gracias a Gálvez Motor, concesionario Opel en Málaga, hemos tenido la oportunidad de realizar una prueba dinámica del Combo, que viene a situarse en el segmento de furgonetas – B, y del cual el año pasado se registraron unas ventas de cerca de 22.000 unidades.

El Opel Combo, que ahora se encuentra en su cuarta generación, dispone de una amplia gama con 108 variantes que permiten su utilización para todo tipo de actividades comerciales, industriales, y por supuesto lúdicas y para el día a día, ya que gracias a su bajo consumo, prestaciones en orden de marcha, y comodidad, la opción Tour de cinco asientos es una opción muy a tener en cuenta para estos menesteres.

El Opel Combo se comercializa con tres motores diésel common rail: 1.3 CDTI, de 90 CV, y 1.6 CDTI, de 90 CV y 105 CV, mientras que en gasolina está disponible una sola opción de 95 CV.

En lo referente al acabado existen tres niveles: Expression, Selective y Excellence. Desde la versión de acceso a la gama, Expression, está disponible entre otros elementos el volante ajustable en altura, las ventanas delanteras eléctricas, así como el sistema ESP con Hill Holder.

El interior se presenta amplio y luminoso, con materiales que trasmiten robustez y tejidos fácilmente lavables, como es de esperar en un vehículo especialmente diseñado para la vida más dura.

El salpicadero está presidido por le equipo de audio, con iluminación en rojo, mientras que en el volante encontramos los controles de la radio y del sistema manos libres del teléfono.

Junto al freno de mano, en el puente central, encontramos una toma de mechero de 12 voltios, así como la entrada USB y auxiliar para conectar fuentes de sonido externas.

En el techo, justo encima de los parasoles, disponemos de un mueble con varios compartimentos para almacenar objetos, algo que resulta muy útil a la hora de guardar esas pequeñas cosas que siempre van dando vueltas por el vehículo.

En el Opel Combo Tour la facilidad de carga está garantizada por las puertas laterales correderas, en especial en zonas estrechas, donde es muy de agradecer este sistema de apertura. Mientras que en la parte trasera dispone de la habitual doble puerta asimétrica con un piso de carga bajo. Los asientos traseros son fácilmente abatibles, pudiendo aumentar de esa forma la capacidad de carga.

En nuestro caso la unidad probada fue un Combo Tour con motorización 1.3 CDTI Ecoflex, acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, propulsor que en todo momento nos permitió mover con soltura el vehículo, incluso a plena carga, con un consumo inferior a los seis litros en un recorrido que combinó vías rápidas con carretera de montaña y zonas reviradas.

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